Me muestro doblemente arrepentida
Por convencerte y por amarte
Que mi boca, por la pasión encendida,
La palabra robó para besarte.
Y allí donde esta lengua mía fuere
Donde anida la sed que nunca engaña
Saboreará la savia que vertiere
Por el puro placer la dulce caña.
No debí abusar de la mentira
Ni mezclar el amor con el deseo
No me excusa saber que mi alma expira
Si tu cuerpo de nata no lo veo.
Tengo la imprudencia de la llama
y el vértigo aturdido de la rama
Por convencerte y por amarte
Que mi boca, por la pasión encendida,
La palabra robó para besarte.
Y allí donde esta lengua mía fuere
Donde anida la sed que nunca engaña
Saboreará la savia que vertiere
Por el puro placer la dulce caña.
No debí abusar de la mentira
Ni mezclar el amor con el deseo
No me excusa saber que mi alma expira
Si tu cuerpo de nata no lo veo.
Tengo la imprudencia de la llama
y el vértigo aturdido de la rama
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