Vendería mi alma,
si pudiera,
a cambio de un minuto
en que me amaras;
un minuto durante el cual
viera en tus ojos
el ansia y el amor,
la orilla blanca.
Si tan solo una vez
me recordases,
y mi nombre pusieras
al recuerdo
si tan solo una vez,
viera en tu boca
el blanco resplandor,
la luz del cielo.
Comentarios
Publicar un comentario
Me interesa tu opinión