Y esas que llevas contigo
¿No son unas almas huidas?
Las que no tienen abrigo,
que en las sombras van perdidas.
Y esas que llevas amigo
¿No son tus penas suicidas?
Las que te piden castigo,
entre sombras escondidas.
No me escuches si no quieres,
que tú a mí no me conoces:
La razón por la que mueres
entre delirios precoces,
los sueños de mercaderes,
pasan tristes y veloces.
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