La deuda
Todos los números se deben a algún primo.
Todos los hombres se deben a un príncipe.
Los números magos no son divisores de la base.
Sólo los magos no se doblegan ante el poder de los dioses.
Los números que son a la vez primos y magos no son dominados por ningún otro, ni pueden dividirse, ni dividen.
Los príncipes magos no deben obediencia a un príncipe ni pueden ser controlados por un dios. Sólo ellos, de entre todos, pueden elegir su destino.
Las posiciones primas son inalterables pero los números que los ocupan sí.
La vida garantiza la continuidad por el mantenimiento de los elementos absolutos fijados en las posiciones y garantiza el cambio por la transformación de aquellos que pueden llegar a ocupar las posiciones.
La evolución se activa cuando los cambios de la base sólo se soportan en realidades nuevas.
Sé sin saber. Sé bien que eso es muy poco
y menos sé cuanto más examino.
Y si nada es lo poco que adivino
es aún menos la nada que provoco.
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