Pereza Mantengo reposada la cabeza, minuto tras minuto descansando y así, hora tras hora, disfrutando de saber no hacer nada con destreza. Tributo yo le rindo a la pereza, el de los indolentes es mi bando, los activos me acaban abrumando, me aterra su febril naturaleza. Habrá quien vea en mí el aburrimiento, para nada me encuentro yo aburrido gozando de mí mismo me contento, pues a mis dimensiones reducido, no encuentro yo lugar para el lamento y me hallo en la holganza bendecido