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Abandono

Si mi corazón ya lo has quebrado y mi mente enturbiada ya delira ¿Por qué aquí abandonada me has dejado? En manos del que sueña y del que mira ¿Por qué mi alma ganada no has tomado? Acaso confundí el amor con ira, acaso el corazón me ha traicionado ¿Qué quedará de mí sin tu mentira? Volveré a mi casa y a mi blanco pozo y llegaré de nuevo arrepentida, por entregar las riendas de mi sueño. Quedará todo atrás tras un sollozo. Mi casa me dará la bienvenida. Y jamás entrará en ella otro dueño.

Creación

  — Señor, los críticos destacan en su obra…no la originalidad exactamente, dicen que hay algo nuevo. Lo que le convierte en extraño, quiero decir diferente en estos tiempos que todo parece ya visto. ¿Cuál es el secreto?   El artista suspira ::: ¿quién cree ser esta periodista para esperar que alguien revele sus secretos en la radio?::: — No hay secreto, me he formado al margen de cualquier escuela… Mientras prosigue con mentiras intrascendentes recuerda sus conversaciones con Julia y Carlos, durante el verano, sumergidos en el ímpetu de Barcelona, la ciudad viva, que era el cuarto contertulio, el mayor y el más   hablador. La hechicera… ::: Tus pinturas - dice Julia- son la melodía del futuro…Eres el que abre la puerta, mira y se vuelve a casa a pintar lo que ha visto. ::: Que pasaría si pudiera expresarse LO INEXPRESABLE. ¿Qué pasaría si LA MENTE fuera toda ella un nuevo sentido? ¿QUÉ PASARÍA, QUÉ PASARÍA, QUE PASARÍA! -QUE PASARÍA si….si…si "Señor, ¿Se encuentra bien"

Arte

  Bertrand Russell imagino un mundo que cambiaba cada cinco minutos. Los humanos no lo percibían porque sus recuerdos cambiaban al unísono. Si así fuera ¿cambiarían también los sentimientos? ¿Puede una emoción persistir sin el recuerdo? Yo creo que la emoción puede sobrevir en una obra de arte —Se detiene un instante, alza los ojos, como pensando—El problema es, entonces, cómo distinguir una verdadera obra de arte, de algo que se denomina arte y no lo es. Les parecerá una perogrullada, pero se trata de una cuestión de tiempo. Pero no de tiempo cronológico, no del Cronos griego que devoraba a sus hijos para seguir existiendo, pero sí del tiempo eterno, al que los griegos llamaban Aión, el tiempo circular donde la vida no tiene fin pues se regenera continuamente. El tiempo de los animales, ajenos al concepto de la muerte, ellos viven sus vidas, largas o cortas, envueltos en la certeza de la eternidad. Certeza que los humanos perdimos al despertar en el mundo de Cronos y convertirnos así