Colores diminutos, desdichas infinitas, y el remedio, como el sueño, no puede administrarse porque surge, cosiendo heridas, dejando cicatrices de incómodos rasguños, sumergiendo con su cómplice el olvido ese dolor imposible, ese que nunca ha existido. Cuando surge el amor aparece un terremoto de locura. Y al despertar, el dolor y el sueño ya se han ido, y es amor el amor y es olvido el olvido
Poesía y reflexiones para explicar la realidad